INTRODUCCIÓN.
Es importante saber que las emociones son importantes para la vida. Hablamos de
emociones que nos hacen sentir bien o que nos hacen sentir mal.
Trabajamos con estas seis emociones:
1.
Alegría
2.
Ira
3.
Miedo
4.
Asco
5.
Tristeza
6. Vergüenza
Estas emociones se reflejan a nivel corporal en las expresiones
faciales, los gestos, la postura del cuerpo, la localización en determinadas
partes del cuerpo (por ejemplo, la alegría en el pecho o la ira en el estómago,
etc.). Además, las emociones se asocian a un pensamiento determinado y a una
conducta observable. Los alumnos deben ser capaces de verbalizarlo.
OBJETIVOS
Al finalizar la actividad el
alumno debe ser capaz de:
-
Identificar
las emociones básicas y algunas no básicas, en nuestro caso la vergüenza.
-
Asociar
emociones a situaciones concretas.
-
Identificar
la expresión de la emoción en sí mismo/a
-
Comunicar
sus emociones a los demás de una forma natural.
DURACIÓN
Explicación de la actividad: 20
minutos.
METODOLOGÍA.
El primer día se
lleva al aula una caja cerrada y se les da la consigna de que no pueden
abrirla, pero deberán decir qué piensan que puede contener.
1. Explicamos
a los alumnos para qué vamos a utilizar
la caja de las emociones y la dejaremos en un lugar visible del aula. Nosotros,
los maestros, daremos ejemplo
utilizándola en situaciones que se produzcan en el aula durante el trabajo diario y que nos provoquen
emociones que queramos resaltar.
2. No
obligamos al alumnado a que exprese sus sentimientos pero sí lo incentivamos a
que lo haga en determinadas circunstancias (por ejemplo, cuando se haya
enfadado con un amigo, cuando esté triste por una nota, cuando esté contento
porque un trabajo le haya salido muy bien, etc.)
3. También
aclaramos que puede comunicar emociones negativas (miedo, tristeza, nervios,
pérdida del control, etc.) positivas
(felicidad, alegría, etc.) o que le produzcan vergüenza... Para ello debe coger
un trocito de papel y escribir de forma breve la situación concreta y el estado
de ánimo que le ha provocado. Una vez escrita deberá introducirla en la caja.
Por ejemplo, “me da mucha vergüenza no haber aprobado el examen de Lengua
o que me riña el maestro delante de los compañeros”…
4. Al
finalizar la semana dedicaremos una sesión para abrir la caja y proceder a la
lectura guardando el anonimato del
alumno si éste así lo desea.
5. A
partir de la lectura de estas notas, se realiza un recuento para ver qué
emoción ha predominado en clase durante esa semana. Se inicia de nuevo nuestra
asamblea semanal y se les aconseja cómo
actuar a partir de ahora.
La caja se quedará
en el aula durante el tiempo que lo consideremos oportuna. En principio lo
haremos para un mes, pero nuestra intención es dejarla para todo el trimestre y
espaciar los tiempos de apertura de la caja. Por ejemplo, en lugar de abrirla
cada semana, se puede hacer cada quince días. Siempre dependerá de las
situaciones acontecidas.
Una vez que haya pasado ese
espacio de tiempo, se podrá abrir para
tomar conciencia de no sólo somos lo que aprendemos sino también lo
que sentimos.
Es importante no frenar la actividad. A los niños les encanta y están esperando que llegue el viernes, para poder leer, explicar y compartir las emociones vividas durante la semana con sus compañeros. Demuestran una gran valentía y cada vez se abren más a los demás. Gran logro!!
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