En la asignatura de Valores Sociales
y Cívicos de 5º de primaria hemos trabajado la autoestima y la empatía durante
el primer trimestre del curso. La actividad “El Mago de Oz” del banco de
herramientas de Educación Responsable nos ha sido de gran utilidad.
Durante la primera sesión de 90 minutos hicimos lo siguiente:
Para empezar, les leí un resumen de
la historia del Mago de Oz; muy pocos la conocían.
A continuación, vimos un fragmento de
la película. Tiene una duración de unos tres minutos y pertenece a la parte en
la que Dorothy se despide de sus compañeros de viaje y vuelve a casa. Esto les
ayudó a comprender mejor la historia.
Después hablamos de lo que
representaba cada uno de los personajes; el hombre de hojalata, las emociones;
el espantapájaros, la inteligencia; el león, los instintos. Todos los alumnos
supieron relacionar muy bien los personajes y lo que representaban.
Para terminar la sesión, estuvimos
hablando sobre las cualidades que todos tenemos. Todos poseemos una parte
emocional, somos inteligentes y hacemos caso a nuestros instintos; pero cada
uno desarrollamos más unas que otras. Cada alumno, pensó acerca de sí mismo,
“¿soy una persona mental, emocional o instintivo?”. El hecho de ser más
mentales, por ejemplo, no quiere decir que no podamos ser emociónales o
instintivos, que realmente también lo somos, lo único que nos acomodamos en
nosotros mismos, y nos refugiamos en frases como; “a mí eso no me va a salir
nunca”, “yo eso no lo sé hacer”, “me da mucha vergüenza”, “eso es de niñas/os”,
“se me dan muy mal las mates”, “es que soy torpe”, “buffff, eso es muy
difícil”, “es que me canso”... Frases que nos quitan la responsabilidad de
INTENTARLO Y HACERLO, y que a priori NOS LIMITAN. Con el tiempo que nos sobró,
colorearon unos dibujos del Mago de Oz.
En la segunda sesión continuamos con los siguientes apartados:
Primero, cada alumno escribió cuales
son las FRASES LIMITADORAS que suele usar. Por ejemplo, “yo eso no lo sé hacer”,
“a mí me da mucha vergüenza”, etc. Después, cada uno lo compartió con sus
compañeros y entre todos transformaron esas “frases limitadoras” en “frases
positivas”. Por ejemplo:
“Yo eso no lo sé hacer” en “Yo eso
seguro que lo consigo hacer”.
“Me da mucha vergüenza” en “Me da
vergüenza; pero lo hago con la vergüenza”.
“Es que me canso” en “Aunque me canso
lo hago y cada vez me canso menos”.
Seguimos con la actividad y llegamos
a la parte verdaderamente importante. Cada alumno/a piensa en un reto
alcanzable. Algo que le gustaría aprender o hacer mejor. Algunos de los retos
que se plantearon fueron: dibujar una rosa, dibujar una cara de mujer, correr
más rápido, hacer un baile de Tik Tok que sea difícil, saltar aros muy muy
rápido y hacer divisiones de dos cifras sin equivocarse. Una vez planteados los
retos, los compañeros se ofrecieron para ayudarles. Todos encontraron a alguien
que les iba a ayudar a mejorar y todos ayudaron a alguien. Empezaron durante
los minutos que quedaban de la clase y practicaron también durante los recreos.
Llegamos a la tercera sesión. En esta parte de la actividad todos construyeron
oraciones como esta:
Yo pensaba que era incapaz de ………, y con la ayuda
de …… lo he conseguido. Soy más …… de lo que
pensaba.
Al
leerlas en voz alta, el resultado es muy inspirador.
Todos
los niños y niñas salieron a demostrar que lo habían conseguido y explicaron
cómo se habían sentido siendo ayudados y ayudando a otros compañeros.
Ha
sido una actividad bonita en la que han participado y se han relacionado con
los demás.