OBJETIVOS:
- Favorecer el autoconcepto positivo mediante el autoconocimiento y el conocimiento de los demás.
- Tomar conciencia de la importancia de la autoestima positiva.
- Fomentar la autoestima positiva mediante el descubrimiento de las propias cualidades.
- Reforzarse mutuamente la autoestima positiva valorando las cualidades personales.
- Favorecer el autoconcepto positivo mediante el autoconocimiento y el conocimiento de los demás.
- Tomar conciencia de la importancia de la autoestima positiva.
- Fomentar la autoestima positiva mediante el descubrimiento de las propias cualidades.
- Reforzarse mutuamente la autoestima positiva valorando las cualidades personales.
DURACIÓN: De dos a tres sesiones
NIVEL: SEGUNDO TRAMO (QUINTO)
ÁREAS RELACIONADAS: Ciencias Naturales (Función de relación), Ciencias Sociales (Ciudadanía), Lengua (Descripción de emociones).
Estas actividades pertenecen a la segunda fase del bloque programado en este curso.
1- IDENTIFICAR EMOCIONES
2- AUTOESTIMA
3- AUTOCONTROL
4- HABILIDADES SOCIALES
Colocamos a los alumnos
en sus mesas en forma de rectángulo cerrado, de forma que todos se vean entre
sí. El profesor permanecerá dentro del rectángulo para guiar y controlar las
actividades de los alumnos con mayor dificultad (comprensión de la lectura, de
las instrucciones, ánimo para empezar, comportamiento, etc.)
1. Presentamos la
actividad.
Explicamos ciertas normas a tener en cuenta.
-
actividad individual y personal
-
ser lo más sinceros posible, pues todas las respuestas
son correctas. Si quieren saber realmente un resultado fiable, deben ser
sinceros.
-
toda respuesta es válida, pues es una forma de
conocernos.
2. Evaluación
inicial: ¿Te conoces bien?
Entregar una fotocopia-cuestionario de 18 oraciones donde
los alumnos deben autovalorarse marcando una opción de una escala del 1 al 5
(1=muy poco o nunca y 5=mucho o siempre). Las preguntas serán del tipo:
-
hay cosas que sé hacer bien
-
estoy contento con mi forma de ser
-
me gusta mi aspecto físico
-
cuando cometo errores, soy capaz de reconocerlos
-
los demás confían en mí
-
etc.
Cuando terminan de
rellenar el cuestionario, explicamos las instrucciones para evaluarse. Deben
hacer una suma de todos sus resultados marcados y compararlos con una rúbrica
que mostramos en la pizarra. Recordamos
que es una valoración personal y ellos deciden si quieren o no compartir su
resultado.
-
entre 72 y 90 tienes una buena visión de ti mismo
-
entre 54 y 71 te valoras positivamente aunque hay cosas
que puedes mejorar.
-
inferior a 54, quizás has sido muy exigente al
valorarte. De todas formas hay cosas que puedes hacer muy bien y puedes
intentar cambiar las “menos positivas”.
3. Desarrollo de la
actividad:
Leemos un texto informativo sobre la
autoestima. Se trata de conocer el concepto en sí e identificar situaciones en
las que cada uno tiene una autoestima positiva. Rápidamente observaremos
contrastes cuando alguien opine sobre sí mismo (“yo también sé hacerlo”, “a mí
también me pasa”, ¡ay, pues yo ni por asomo…”) y podremos comentar qué es la
autoestima negativa. No debemos centrarnos en esta parte. Está bien dar a
entender el concepto, pero hay que reorientar la actividad siempre hacia la
autoestima positiva.
Siempre podemos poner
ejemplos (a poder ser sobre tu misma persona como profesor o como tutor) y
preferiblemente de tipo físico (gafas, peinado, complexión, voz…) ya que entran
en una etapa de cambios hormonales, que les ayudará a identificarse con tus
explicaciones y comprender mejor el concepto.
Ej. “Llevo gafas. Las gafas son parte de mí. Si no llevara
gafas, no os vería así de guapos”.
A continuación escribimos una
serie de adjetivos que valoran aspectos positivos: deportista, inteligente,
sincero, educado, creativo, respetuoso, paciente, atento, colaborador…
comentamos aquellos que no conozcan e intentamos añadir alguno nuevo.
Pedimos que doblen un
folio en tres partes. La columna central es el alumno (“yo”). Las columnas de
los extremos representan a los compañeros que tengo sentados a cada uno de mis
lados. (“alumno a” y “alumno b”). Pedimos que escriban tres cosas positivas o
que se les de bien a cada uno de los miembros que forman el folio.
4. Conclusión y
exposición. El árbol de la autoestima.
Damos a cada alumno un
tronco de árbol que deben decorar. En ese tronco aparecerá su nombre y su
fotografía. Para no prolongar demasiado la actividad, pueden traerlo decorado
de casa. Colocamos los árboles en un lugar accesible del aula y sobretodo,
visible durante un mes.
Viendo con detenimiento este dibujo, podemos conocer un poco más a nuestros alumnos.
También entregamos seis
hojas. En las hojas deben escribir cosas positivas sobre algún compañero.
Explicamos, que se trata de animar o ayudar a los compañeros para mejorar su
autoestima. A medida que van haciendo las hojas, van pegándolas en el árbol del
compañero al que se refieren.
“Ej. Eres simpático. Tienes una letra preciosa. Hueles muy
bien. Tienes muy buen gusto con la ropa, etc.”
Veremos que todos los árboles poseen hojas. Es necesario
observar aquellos que tienen muchas hojas: puede ser un líder del aula al que
le han colocado muchas hojas (para ganarse su confianza) o alguien que
realmente tenga una autoestima baja y pretenden ayudar. En ambos casos, podemos
observar que todos los alumnos participan de la actividad y pretenden que nadie
tenga su árbol vacío.
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