jueves, 5 de noviembre de 2020

VOLVAMOS MÁS CERCANOS, Aula de 4 años, educación infantil.

Actividad basada en el programa "Volvamos más cercanos" y en el recurso LEE, lectura y emociones, de Educación Responsable, fundación Botín.

Nuestro colegio “San José Obrero”, se encuentra inmerso desde hace tres años en el programa de educación responsable, donde se trabaja el desarrollo emocional entre otros aspectos.

 

Con el comienzo del curso escolar, y valorando esta situación tan atípica para los niños/as, he considerado trabajar todos los jueves los cuentos (recursos de lecturas y emociones) en el aula de cuatro años, por el verdadero valor pedagógico que presentan.

 

Para trabajarlos, y motivar a nuestro alumnado en el aula existe un personaje fantástico, llamado “Mago Piruleta”, porque será él quien deje en el cofre, junto a su varita mágica y su chistera aquellos cuentos para ser narrados o contados, y así cumplir este comienzo de curso con el objetivo “facilitar la expresión emocional”, para que sean conscientes de lo que han vivido.

 

Hemos comenzado con el cuento “Nana Bumilda come pasadillas” de Mercé Company, que no conocían nuestros niños/as, y otro para recordar, “Nadarín” de Leo Lioni, que fue trabajado presencialmente en tres años el curso pasado, y también durante el confinamiento en vídeo narrado por la maestra y enviado a sus casas, por el mensaje que transmite: No rendirnos por muchas adversidades o dificultades que podamos encontrar. Puedo y lo voy a conseguir.

 

En el cuento de “Nana Bumilda come pesadillas”, la protagonista hace desaparecer las pesadillas o miedos de los niños/as con una aspiradora y olla gigante, convirtiéndolos en un rico pastel de chocolate.

 

Cuando pregunté a mis niño/as a qué tenían miedo o eran sus pesadillas, tras la narración del cuento “Nana Bumilda come pesadillas”, cuatro dijeron al coronavirus y el resto de la clase a los truenos, al lobo, a los cohetes, fantasmas y monstruos.

 

Se les pidió que los dibujaran y que dejaran sus dibujos en el dragón atrapamiedos que tenemos en nuestra aula (junto al rincón del bienestar o de la calma), ya que los haría desaparecer con su fuego.

 

Al día siguiente cuando los niños/as volvieron al aula, todos quedaron sorprendidos al ver que en nuestro dragón ya no estaban los dibujos de sus miedos, aunque una niña preguntó, porqué no los había convertido en chocolate como hizo Ana Bumilda.

 

Conclusión: La magia de los cuentos, hace que nuestros niños/as puedan ser felices identificándose ellos como los verdaderos protagonistas.








 

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