El alumnado de 2º Primaria de Valores
Sociales y Cívicos ha trabajado la toma de decisiones responsables y la
creatividad a través de esta actividad del Banco de Herramientas.
Hemos comenzado con una pregunta que
ha despertado el interés de nuestro alumnado: ¿habéis pensado alguna vez que
los objetos que usamos cada día tienen más usos de los que les damos? Por
ejemplo, unos rotuladores pueden convertirse en baquetas para tocar el tambor.
Ha continuación les hemos enseñado dos objetos diferentes (un sombrero y una
escuadra) y les hemos pedido que pensaran en diferentes usos que pudieran
tener. ¡Las respuestas han sido geniales! Hemos convertido la escuadra en un
perchero, en una pistola de juguete y en un boomerang y el sombrero en una
cesta, en una rueda, en un bol ¡e incluso en un orinal!
A continuación, hemos pedido al
alumnado que, en parejas o pequeño grupo, pensasen en uno o varios objetos
cotidianos y, con ellos, crearan un invento o les dieran un nuevo uso. A modo
de ayuda les hemos puesto un ejemplo, con una cuchara, una goma y una bola de
papel podemos hacer un tirachinas. Así, Omniya, Doha y Yasmine han decidido
convertir la tapadera de un sacapuntas en un bonito sombrero para una muñeca,
con un borrador y un lápiz, Rayane y Eilias, han diseñado un columpio “sube y
baja”, y con dos platos, fixo y cartulina, Adam y Elías han diseñado un bonito
platillo volante de juguete. ¡La imaginación de nuestros niños y niñas no tiene
límites!
Una vez que han diseñado su objeto,
han salido al centro de la clase y lo han compartido con el resto de sus
compañeros, explicando cómo lo harían y para qué lo usarían.
Tras felicitarlos por sus increíbles
creaciones hemos proyectado un anuncio. En él unos niños se aburren al tener
que esperar a su madre en la peluquería, por lo que deciden construir unos
juguetes con los que pasar el tiempo. Después del vídeo les hemos preguntado
qué han hecho los niños cuando se han aburrido y si les ha gustado lo que han
construido y, por supuesto, les ha encantado.
Por último, les hemos invitado a que
pensasen en diferentes maneras de pasarlo bien la próxima vez que se aburran, y
aunque al principio las respuestas eran ver la tele, “hacer un TikTok” y jugar a
la consola, han conseguido buscar otras alternativas muy interesantes como
hacer una lista de buenas ideas para consultarla cuando vuelvan a aburrirse,
leer, dibujar y pintar, bailar, inventar canciones y hacer papiroflexia, que,
por cierto, ¡les encanta! Y, sobre todo, hemos aprendido que crear, inventar y
jugar es mucho mejor que molestar y portarse mal.
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