En el aula
de 4 años
Conseguir que nuestros niños/as de 4 años
sean felices, es uno de mis principales objetivos.
La
felicidad también se aprende y es algo que debemos trabajar, para que nuestros
niños/as puedan ser seguros, confiar en ellos, eliminar sus miedos, posean
miradas positivas, sean optimistas, …
Hay
actividades emocionales que ayudan a que los niños/as aprendan a ser felices, y
los cuentos son grandes recursos para ellos. En Infantil de 4 años se han
trabajado los cuentos: “El Monstruo Amarillo” y “Fabiola y la Felicidad”, de la
escritora Violeta Monreal.
Para
que expresaran sus miedos y confiaran en ellos, hemos partido del cuento “El
Monstruo Amarillo” ya que en él aparece un monstruo deforme (tiene un ojo más
grande que el otro), que no le gusta asustar.
Tras
la narración del cuento hicimos la descripción de algunos niños/as del aula, y
comprobamos que unos eran bajitos, otros altos, delgados, gruesos,…, y llegamos
a la conclusión de que no pasa nada, y que cada uno es distinto a los demás.
También
expresaron sus miedos, y los plasmaron en dibujos que luego dejaron en nuestro
dragón que tenemos en el rincón del bienestar en el aula, ya que éste los haría
desaparecer.
En el aula de 3 años.
Hicimos observar a
nuestros niños y niñas cómo al monstruo no le dejaban hacer nunca y ponían
obstáculos a aquello que verdaderamente quería hacer. Cuando el monstruo fue
mayor pudo conseguir hacer lo que no le dejaban, por eso se
construyó una casa que se convertía en barco para poder vivir en el mar y en el
campo. Nos centramos en el “yo puedo”, y conversamos sobre
las cosas que ellos y ellas eran “capaces” de conseguir.
Este trimestre nos
propusimos trabajar en arte a Joan Miró. A los niños y niñas de la clase les
llamó la atención “las esculturas”, ya que hasta ahora solo habíamos
visto “pinturas”.
Como coincidió con la preparación de la
visita “virtual” de Violeta Monreal y trabajamos su libro “El
monstruo amarillo” decidimos hacer una escultura como las de Miró pero con el
monstruo amarillo.
Pintamos a nuestro personaje en un corcho
al que luego las maestras recortamos y le pusimos un pie por detrás para
mantenerlo de pie.
¡Cómo le gustó a Violeta ver su monstruo
amarillo integrado en nuestra clase como un niño más!
Con el cuento de “Fabiola y la Felicidad” en el aula de 4 años pudieron comprobar que se puede ser feliz con pocas cosas y junto a nuestros seres queridos.
La
protagonista del cuento es una niña que quiso cambiar su vida, por tener una
casa más grande, una televisión y muchas cosas más, pero comprobó que no era
feliz, y decidió volver a vivir en el faro, cerca del mar y junto a su abuelo.
Al
acabar la narración del cuento pregunté qué les hacía felices, y sus respuestas
entre otras fueron:
- Ver el arco iris
- Estar en el mar
- Pasear por el mar.
- Visitar a sus abuelos.
- Ser sirenas.
- …
pero ningún niño me nombró nada
material.
Agradezco a los cuentos, y en este caso a su escritora Violeta
Monreal, la posibilidad que nos ofrecen para hacer divertido el aprendizaje de
nuestros niños/as, y sobre todo, cómo a partir de ellos, siempre se pueden
conseguir metas u objetivos finales. En este caso, “conseguir
que nuestros niño/as aprendan a ser felices”.
En el aula de 3 años, hemos trabajado el libro “¿QUÉ TE HACE FELIZ?”
Como Violeta Monreal nos dice en su libro “a veces la felicidad se esconde en los
lugres más increíble, así que hay que esforzarse para encontrarla. Hay
felicidades grandes y felicidades pequeñas y todas son importantes y necesarias
para el mundo”.
Lo cierto es que estamos acostumbrados a
“quejarnos” de lo que nos molesta y no estamos acostumbrados a hacer
“conscientes” los momentos más felices. El pensamiento positivo u optimismo hay
que trabajarlo, esforzarse por buscar esa felicidad escondida.
Trabajamos el libro de Violeta Monreal
“¿Qué te hace feliz?” donde niños y niñas de distintas edades nos van
contando qué les hace feliz, ilustrados con los preciosos collages que Violeta
suele hacer en sus libros.
Jugamos con el cuento para que a partir de
las ilustraciones, a modo de adivinanza nos digan cuando se sienten más felices
estos niños: Adela de Pontevedra, cuando le dicen sus padres que están orgullosos
de ella por las notas que saca; Eneko de Bilbao cuando se siente útil; Yago de
Segovia cuando le hacen regalos; Rebeca, brasileña de Barcelona, cuando su
papá, mamá y ella están juntos; Sandro, francés que vive en Guijuelo,
Salamanca, cuando hace deporte, etc.
Después preguntamos a nuestros niños y
niñas cuando ellos se sienten felices y nos responden:
Eizan cuando se baña, Ángela cuando tiene
a su peluche preferido en sus brazos, Ariadna cuando se baña con Minnie,
Pascual se siente feliz con su cumpleaños, Chloe cuando ve a sus conejos, Noa
cuando ve a su gato Mai, Laura cuando ve a Pepa Pigg y Damaris cuando se
cepilla los dientes, Saadía cuando va a la piscina con su hermano, Oliver
con sus primos en la piscina, Carmen con su conejito Sugar, Amira con su
hermano en la piscina.
Tampoco estos niños y niñas de 3 años pensaron en cosas materiales para ser felices.