Actividad del Banco de Herramientas para trabajar el autocontrol. E. Responsable, Fundación Botín
Objetivo: Conseguir un mayor nivel de
relajación tras una situación de excitación física o emocional.
Desarrollo: 1ª fase. Preparamos el aula
para mantener una mínima distancia entre ellos y no interferir en su proceso de
relajación. Una vez colocados se les
pide que escriban en un papel cómo se siente (es importante resaltar que la
actividad la hacemos al acabar el recreo) y lo guarden para más tarde.
Conseguido el momento de silencio, comenzamos
a respirar siendo cada vez más conscientes de nuestra respiración.
2ª fase. A una señal dada, todos
cerrarán los ojos. Y escucharán la
historia (quien pueda la visualiza) de “El árbol encantado” acompañada
de música relajante. Una historia llena de color e imaginación que les ayudará
a mantener la concentración, a olvidar las situaciones de excitación y
conseguir un estado de relajación beneficioso para su salud.
3ª fase. Al acabar daremos indicaciones para que comiencen a abrir los ojos, moverse o incorporarse un poquito y volver a la posición anterior. Es el momento de escribir de nuevo cómo se sienten después del ejercicio y comparar si han sentido algún cambio en su cuerpo o en su mente. (Ahora volverán a coger el primer escrito).
4ª fase. Puesta en común.
Verbalizan cómo se sienten.
Observaciones: los niños comprenden y conocen que hay
muchos recursos que pueden usar para mejorar situaciones complicadas. Ellos
suelen recurrir a: alejarse y gritar, escribir historias, buscar
entretenimiento en youtube, llorar, buscar la compañía de hermanos o de
mascotas, explotar burbujas o golpear una almohada. Y ahora ya conocen otro
más: la historia del árbol encantado.
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