jueves, 12 de enero de 2017

El tratamiento del error en la escuela. Aplicación al aula de 4 años



La tolerancia a la frustración
   Los fracasos y las frustraciones son algo normal en la vida de las personas. Es fundamental que durante su desarrollo los niños aprendan a superar estos aspectos de manera constructiva.
   Como educadores debemos enseñar a los niños y niñas a enfrentarse a aquellas situaciones en las que se han equivocado y aquellas en las que no se consigue lo que uno quiere.
  Debemos ver la frustración y los errores como parte de la vida, y por lo tanto es nuestra responsabilidad hacer que los más pequeños estén preparados para ello.
   La tolerancia a la frustración se logra mediante pequeños pasos que se dan a lo largo del tiempo.

Pautas para evitar el fracaso y la frustración en los niños.


-         Cambia la manera de ver los fracasos
-         Haz que haga las cosas por sí mismo
-         Poner metas y objetivos razonables
-         Respetar los ritmos de trabajo y exigencia
-         Evita la sobreprotección y el exceso de permisividad
-         Enséñale que en toda situación de fracaso puede haber algo positivo
-         No refuerces la rabia como respuesta a la frustración
-         Haz de ejemplo para los niños y niñas
-         Educa en el esfuerzo pero marcando objetivos razonables
-         Razona con él sobre sus errores y fracasos

   Aprender a tolerar la frustración desde pequeños permite que los niños puedan enfrentarse de forma positiva a las distintas situaciones que se les presentarán en la vida.
   Cuando un objetivo, deseo o una ilusión no se cumplen, los adultos -y también los niños- experimentan en mayor o menor medida una serie de emociones como el enfado, la tristeza, la angustia, la ansiedad, etc. Tolerar la frustración significa ser capaz de afrontar los problemas y limitaciones que nos encontramos a lo largo de la vida, a pesar de las molestias o incomodidades que puedan causarnos. Por lo tanto, se trata de una actitud y, como tal, puede trabajarse y desarrollarse.
   En la etapa infantil, los niños suelen pensar que el mundo gira a su alrededor, que lo merecen todo y que consiguen al momento lo que piden. No saben esperar porque no tienen desarrollado el concepto del tiempo ni la capacidad de pensar en los deseos y necesidades de los demás. Intentar complacer siempre a los niños y evitar que se sientan frustrados ante cualquier situación no favorece su desarrollo integral como persona.
   Ante la frustración, hay que enseñar a los niños formas positivas de hacer frente a estos sentimientos adversos. Para ello, se pueden utilizar distintas estrategias:


-         Enseñarle técnicas de relajación
-         Enseñar a identificar el sentimiento de frustración cuando aparezca
-         Enseñar al niño cuándo debe pedir ayuda
-         Representar papeles
-         Reforzar las acciones apropiadas del niño
-         Modificar la tarea

   En resumen, cabe recordar que la frustración forma parte de la vida. Aunque no se puede evitar, se puede aprender a manejarla y superarla, y aumentar de esta forma la tolerancia a la misma. Aprender a tolerar la frustración facilita que nos enfrentemos con éxito a la vida.

Fuentes: www.orientapeques.blogspot.com.es
               www.escuelaenlanube.com
               www.educapeques.com

PRÁCTICA DE AULA

JUEGO: GANAMOS O PERDEMOS





- ¿A quién va dirigido? Niños de 4 años
- ¿Qué queremos conseguir? Enseñar a los niños a afrontar el error y la frustración.


- ¿Por qué? Los fracasos y frustraciones son sentimientos normales en la vida de las personas, por ello como educadores debemos enseñar a los niños/as a enfrentarse a aquellas situaciones en las que se han equivocado y a aquellas en las que no se que consigue lo que desean. Debemos tratar de enseñarles que los errores forman parte de la vida, y por lo tanto es nuestra responsabilidad hacer que los más pequeños estén más preparados para ello.




- ¿Cómo lo vamos a trabajar? En la asamblea, sentados formando un círculo y guardando un orden. En el centro de la asamblea hay una bolsa cerrada y dentro unas pelotas de ping-pong amarillas y blancas. A una orden dada por la maestra, un niño/a meterá la mano en la bolsa sin mirar y sacará una pelota. Si es de color blanco, el niño/a gana y recibirá de sus compañeros/as un aplauso. Si es de color amarillo, el niño pierde y recibe de sus compañeros un “Ohhh”:
A continuación reflexionaremos con los alumnos sobre los sentimientos que han tenido en el momento de sacar la bola y la reacción de sus compañeros.
- Evaluación de la actividad. Consistirá en comprobar, tras las observaciones y anotaciones, las caras y reacciones de los niños y ayudarles a que puedan superar progresivamente y a través de más actividades y tareas en el día a día, el sentimiento de intolerancia al error y frustración.

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