Actividad del banco de herramientas audiovisuales, E. Responsable, fundación Botín: Habilidades de oposición asertiva.
Con esta actividad se pretende que los niños y niñas centren su atención en el aprendizaje de diferentes estilos para canalizar el enfado, con fórmulas verbales que les ayuden a modular sus reacciones de fuerte intensidad afectiva con las que suelen expresar su irritación.
En una primera fase
les explicamos la historia de Gulugú donde un brujito malo se divertía
embrujando a todos… Escuchamos la canción:
Les hacemos preguntas que les conduzcan a centrar el mensaje,
por ejemplo: ¿tú te enfadarías si el brujito te pusiera orejas y cola de
ratón?... Hasta que llegamos a preguntarles si enfadarse está mal.
Unos dicen que sí, otros que no, otros no lo saben…Les explicamos
que es natural enfadarse si nos hacen esas cosas, que no está mal, pero depende
de cómo nos enfademos.
Les vamos proponiendo situaciones en las que lo normal es
enfadarse: si te empujan en la fila, si te dicen cosas feas, si no quieren
dejarte jugar, si nos gastan una broma pesada… y qué sienten en ese momento.
En una segunda fase
queremos que se vayan dando cuenta de qué cosas les hace enfadarse más y qué
respuestas podemos dar para no estropear más las cosas…
A casi todos les enfada lo mismo que le regañen o que les
castiguen, que no les hagan caso a que le digan que se calle, que les insulten
a que se rían de ellos, que les gasten bromas pesadas o que les den sustos.
Varios sugieren que les enfada mucho que les peguen sus hermanos mayores o que
les echen la culpa de la pelea, o que les castiguen sin motivo.
Ahora les ponemos en situaciones concretas y les pedimos que
nos digan qué harían para ir detectando que reacciones son apropiadas y cuales
no.
Si estamos en la fila y alguien te empuja: Decírselo a la
seño, decirle que no me empuje,… (nos dicen)
Si estás haciendo una torre y pasa el hermano y te la tira: decírselo
a mamá,
Una niña nos dice: es que si alguien me pega yo le doy un
puñetazo…
Entonces les decimos respuestas de enfado habituales: llorar,
gritar, morder (los peques), pegar, romper algo… les comento que estas
reacciones no van a hacer que arreglemos nada y que solo van a hacer que
enfademos más a los demás, que les hagamos daño y que entonces nos peleemos de
verdad, o que nos castiguen…no son buenas ideas, tenemos que buscar
alternativas que no molesten o no hagan daño…
Pintamos un muñeco, Carlos, en la pizarra y les vamos
diciendo lo que ese niño les ha hecho y
que se lo digan…les ayudamos a buscar la frase si no les sale.
Carlos se ha reído de ti, que le dices… No me gusta que te
rías de mí.
Carlos te ha puesto la zancadilla… Si me pones la zancadilla
me voy a caer y se lo voy a decir a la seño y te va a castigar.
Carlos te ha quitado tu juguete y se ha ido…Carlos devuélveme
mi juguete o tendré que pedir ayuda. Etc.
En la fase tercera
hacemos un juego, con el fin de automatizar expresiones de oposición asertiva.
Los niños y niñas están sentados en una fila y la maestra enfrente y va
lanzando una pelota, a quien le toque la pelota tiene que decir qué haría en
distintas situaciones de enfado que se plantean. Si la respuesta que dan es
apropiada se van a la fila de la maestra porque son unos mayores,…, hasta que
no queda nadie en el banco de enfrente. Al terminar recordamos las fases que
hemos trabajado.